En el reverso de sus ojos,
en el infinito de sus cuencas,
se derrama la ternura de un alma
con la más sincera de las miradas,
con la sonrisa más liviana.
Sencillez del silencio
con la que se tiñen sus mañanas.
Escogida con el dedo caprichoso del destino,
los años te encumbran sobre universos.
En la ingrávida de sus cielos
se pierde la voz en recovecos
de cuerda y viento.
Ecos de lágrima incolora,
en el abrazo de eternas horas.
Con barro cálido entre las manos,
forma el poeta letras sin reparo.
Desnudo corazón enredado,
musa en mundos simultáneos,
inspiración llagada de esfuerzos soberanos.
De pena reparada,
pleno es su entusiasmo.
De milagros protagonista,
llenando la vida de lo cotidiano,
maestra doctorada
que fuiste entregada a las mejores manos,
para enseñarnos la humildad,
que como humanos precisamos.
Antonio Fco.Buitrago
A la niña por siempre del
poeta y mi amigo. Gabriel M. Pérez Fuster.
Fantàstico poema, Antonio.
ResponderEliminarSe nota cuando hay sensibilidad exquisita en las personas.
Preciosa descripción del universo en el que se mueve Àgatha y de ella misma.
ResponderEliminarUn beso grande para todos.
Gracias Asun.
EliminarUn beso de corazón, desde este UNIVERS de todos.