La historia del autismo ha pasado por diferentes
etapas en las que el concepto se ha confundido con diversos trastornos,
pero gracias al aumento de investigaciones ha permitido que el autismo se
considere un trastorno con unas características propias.
Se pueden diferenciar cinco épocas principales en el estudio
del autismo:
Período I: Evidencias históricas previas a la definición de
Leo Kanner.
Los historiadores encontraron las primeras
definiciones sobre personas con autismo. Las más relevantes fueron
las de Haslam y la de Itard; pero los estudiosos recogieron muchas otras, tales
como los “tontos benditos” de la vieja Rusia, la historia del Hermano Juniper o
las múltiples evidencias de la existencia de” niños salvajes”
(Frith,1991).
Período II: (1943-1963)
El origen del autismo se entendió como la consecuencia
de la inaptitud de algunos padres (figuras de apego) para establecer
relaciones adecuadas con sus hijos lo que hizo incrementar las teorías
psicodinámicas (Bettelheim,1960).
Período III: (1963-1983)
En esta etapa se encontraron los primeros indicios del
autismo con trastornos neurobiológicos. Había una alteración cognitiva
que explicaba las dificultades de relación y comunicación de las personas con
autismo (Happe,1989).
Lo más sobresaliente de este período fue el
desarrollo de procedimientos de modificación de conducta para ayudar a las
personas con autismo, así como la creación de centros educativos dedicados
específicamente al autismo, promovidos sobre todo por las asociaciones de
padres y familiares de autismo (Riviére,1997).
Período IV: (1983- s XX)
La característica fundamental de este período
fue la consideración del autismo desde una perspectiva evolutiva. Se han
incrementaron los estudios de psicología del desarrollo para comparar las
diferencias evolutivas que se producían en los niños sin dificultades y los que
presentaban transtornos generalizados del desarrollo.
En este periodo se lanzaron las más brillantes y
fundamentadas teorías sobre el autismo. La idea de Baron-Cohen, Leslie y
Frith(1985) de que el autismo consistía en un trastorno específico
de una capacidad muy importante a la que se denomina “teoría de la mente”. Esta
teoría sostiene que hay una dificultad en la comprensión de los estados
mentales de uno mismo y de los demás y que esto limita gravemente la
comprensión de muchas situaciones sociales cotidianas. Otra teoría
fue la de Baron-Cohen(1995) denominada “la teoría del cerebro masculino
extremo”. Se basaba en la probada existencia de diferencias entre los cerebros
masculinos y femeninos.
Cabe destacar también en este cuarto periodo los avances en
la investigación clínica y biológica, que están permitiendo acercarnos cada vez
más al esclarecimiento total de esta patología.
Período V: (Inicio del s XXI hasta nuestros días)
Los estudios internacionales basados en meta-análisis
van acumulando evidencias acerca de la eficacia de los métodos diagnósticos y
terapéuticos. Cabe destacar en nuestro país los esfuerzos realizados por el
denominado Grupo de Estudio de los Trastornos del Espectro Autista
constituido en 2002 gracias al apoyo de la Confederación de Autismo
de España, FESPAU y a la Asociación Asperger de España, además de
recibir ayuda financiera de otras instituciones tanto públicas como privadas.
La importancia que están teniendo los estudios del autismo
en la sociedad. Como botón de muestra, cabe destacar que el término autismo
aparece en el puesto número seis del ranking de términos más solicitados en el
buscador Google en 2006.
La aparición de un grupo de activistas, facilitado por
la creación de comunidades en línea en internet, que están constituyendo
un verdadero movimiento de los derechos del autista (Asociación de Padres de
Personas con Autismo, APNA,2006).
En definitiva, la historia del autismo no sólo hace
referencia al número de casos presentes a lo largo de la historia, sino también
a la evolución misma del concepto, llegando a la conclusión que el autismo es
un Trastorno Generalizado del Desarrollo.
Xavier Pérez Fuster